Tierra e hijo
"De un momento en que los dolores venían al caer la tarde"
Sus pétalos emergen secos,
con las espinas vueltas hacia su carne
Una rabia provocada por un dolor que casi ahoga sus hojas enjutas y hace enfermar sus raíces cada vez más lejanas
La humedad es eterna
Dura horas como mundos empapando su futuro marcando a fuego lo que podrán ser sus vidas mas allá de nuestras muertes
Vómitos de agotamiento los que la tenue luz reproducen recuerdos intermitentes, martilleantes, sin descanso, sin compasión
Volvamos al campo - siempre fue nuestro ataúd de amianto
Nos protege contra incendios provocados en nuestras carnes y alimentados por nuestras almas
Volvamos al campo y rompamos los cables eléctricos que nos mantienen en un estado de perpetua consciencia
Seamos de nuevo casi tierra , vértebras de una nueva experiencia, compendio de soledades y compañía cósmica
Seamos vírgenes sobre tierra fértil y amémonos