Como gotas de agua suspiran en la unidad del destino
Subyugados los cuerpos, atraídos por una misma fuerza en dirección a la tierra
o a rocas de granito u océanos de más gotas
Como lágrimas saladas una tras otra siguiendo la misma ruta
Secándose en segundos por ocultar a las miradas de otros los trances del dolor y risas
Como lunas y soles de eclipses uno ocultando la otra u otra superponiéndose al uno
Así se dibujan nuestras vidas